La nueva fase de la Implantología

Resumen

Estamos viviendo una nueva, maravillosa y aterradora fase de la Implantología. Todo es un reflejo del pasado. Al principio faltaba tecnología, los implantes eran hechos a mano, la maquinaria para producir los implantes era extremadamente arcaica. No se conocían del todo los conocimientos sobre los materiales y sus propiedades físicas, mecánicas y biológicas. Todo fue muy empírico. Poco a poco, la investigación desarrolló nuevos métodos de estudio, la ingeniería desarrolló nuevas máquinas y la medicina evolucionó. Sin embargo, incluso a mediados de los años 1980, las técnicas quirúrgicas eran precarias, y no fue hasta finales de los años 1990 que apareció la tomografía dental. Hasta entonces las cirugías sólo se realizaban con exámenes bidimensionales y aún hoy muchos casos se realizan de esta manera. Lo que nos lleva a la actualidad, donde todavía estamos cosechando los frutos de este período de transición. La nueva fase de Implantología se centra en corregir la mala colocación de implantes previamente instalados. Hoy, lo que miramos con disgusto es parte del continuo desarrollo de la ciencia, que debemos mirar con respeto. Sí, los resultados no fueron los mejores y con la tecnología actual, en muchos casos nos permite corregir y mejorar los resultados de antes.
Afortunadamente, hoy en día los exámenes tomográficos se han vuelto más accesibles, facilitando la vida de profesionales y pacientes al ofrecer resultados más confiables y precisos. La cirugía guiada por ordenador, la cirugía navegada, los biomateriales y las técnicas de reconstrucción ósea nos guían por “aguas más tranquilas”. Sin embargo, no podemos abandonar el pasado mientras todavía está presente. Muchos pacientes reciben tratamiento por implantes mal colocados y, a menudo, por tecnologías obsoletas.
Pero es precisamente el pasado el que abre las puertas a un futuro más brillante en la nueva era de la Implantología.